Estudio en escarlata: Metodología y fuentes

Estudio en escarlata es una novela de Arthur Conan Doyle escrita en 1887 la cual narra los sucesos ante un caso misterioso aparentemente muy difícil de resolver relatado por John H. Watson, doctor en medicina, quién queda profundamente impresionado al conocer a Sherlock Holmes y a sus habilidades criminalísticas, escribiendo un diario de todo suceso que desencadenó un crimen cometido en Londres, Inglaterra, tiempo después de haber conocido al hábil detective y compartido vivienda con él.


Sherlock Holmes, un detective científico y excéntrico que casi toca en la insensibilidad, en contrapunto con las personas convencionales, claro. Toma a la observación y a la deducción como ejes principales de su labor.
Watson lo describe de una forma muy atinada. Sus conocimientos son muy específicos, experto en química, anatomía, literatura sensacionalista, música, boxeo y esgrima pero conocimientos nulos en literatura, filosofía, astronomía entre otros. 
Pronto descubre que Sherlock es un genio en lo que hace.



Un día los detectives Lestrade y Gregson, de la policía londinense Scotland Yard, solicitan la ayuda de Holmes para resolver un misterioso caso que ellos no han podido descifrar. Se trata de el cadáver de un hombre americano llamado Enoch J. Drebber, hallado en una casa deshabitada, sin heridas o golpes visibles, encontrando únicamente unas pocas pistas en la escena del crimen: unas manchas de sangre en el piso, un anillo de compromiso de mujer, un sombrero, y un mensaje con la palabra rache escrita con sangre en la pared.

Para resolver el caso, Holmes hizo valía de sus entrenados conocimientos de deducción, observación, análisis, lógica y a su facultad de razonar hacia atrás, es decir, analíticamente. Normalmente las personas pueden saber el resultado de algo, sabiendo la serie de hechos que desencadenaron dicho resultado, pero lo que casi nadie sabe es deducir la serie de hechos que llevaron a un resultado, ese es el gran talento de Holmes. 

En cambio los detectives de Scotland Yard, a pesar de ser los mejores de esa institución, son torpes en los anteriores aspectos, actúan con rapidez y energía , pero sin salirse de la rutina. Se atacan uno al otro, son celosos, toman las pistas equivocadas por falta de intuición y toman el crédito de lo que otros logran como suyos, en este caso de Sherlok. Saben que él es superior, por eso acuden a sus habilidades pero jamás lo aceptarían en público.

Holmes no se precipita a hacer conjeturas sobre el caso, para él es una enorme equivocación crear teorías antes de disponer de todos los elementos de juicio, por lo cual primero se dedica a recavar todos los hechos, observar el escenario con detenimiento, medir, buscar, oler, reunir, examinar cada elemento de la escena del crimen. Por el contrario los detectives de Scotland Yard, ignoraron muchos aspectos de la misma. Evaden las preguntas objetivas que les hace Sherlok porque saben que lo dejaron pasar.
Así fue como Holmes llegó a la conclusión de que se había cometido un asesinato, la sangre del piso era de otra persona, el asesino había sido un hombre que tenía más de 6 pies de estatura, jóven, forindo, cara redonda, uñas crecidas de la mano derecha y de pies pequeños. Sus zapatos eran de punta cuadrada y hasta dedujo el tipo de cigarro que fumaba. También que dicho hombre había llegado en un coche del que tiraba un caballo con herraduras desgastadas y una nueva. El veneno que usó para matar a Drebber fue un veneno y que la palabra rache en la pared significa "castigo" en alemán.
Por el contrario, Lestrade, llegó a la falsa conclusión de que la palabra rache era por el nombre "Rachel" de una mujer, y que el asesino no alcanzó a escribirla por percances del exterior, lo cual era totalmente falso.

Holmes decidió no omitir detalles y fue directamente al domicilio del guardia de seguridad que encontró el cadáver, lo entrevistó y logró acertar en que el mismo guardia había estado en contacto directo con el asesino, en cambio los agentes de Scotland Yard, a pesar de haberlo entrevistado, no obtuvieron alguna evidencia sustancial para ellos.
También Holmes tuvo la idea de atraer al asesino enviando una noticia a todos los periódicos de el anillo perdido, atrayendo así al culpable, fue su primer intento el cual fue fallido ya que el asesino envió a un cómplice y graciosamente Holmes fue engañado por un actor disfrazado de anciana, aún así, él ya estaba en los pasos correctos para desenmascararlo.

Por parte de Scotland Yard, el agente Gregson apresó a su principal sospechoso, gracias al testimonio de la casera del hombre fallecido, a falta de conectores lógicos, detalles y tal vez la prisa por resolver el caso, Gregson incriminó a un hombre inocente, por su parte el agente Lestrade se enfocó en localizar al secretario del fallecido para obtener más información, lo cual lo llevó a descubrir que también dicho secretario había sido asesinado por la misma persona que asesinó a Drebber.
Holmes, como mencionó, no se precipita hacia un resultado sin antes haber obtenido todos los elementos necesarios por lo cual contrató a su propio cuerpo de policía, una banda de jóvenes vagabundos para patrullar la ciudad y obtener información, ya que un uniformado levanta más sospechas y asusta a las personas que un puñado de niños sucios sin hogar.

Desde una etapa temprana Sherlock sabía quién era el asesino sólo le faltaban elementos complementarios para justificarlo, como el testimonio de Lestrade al relatar lo que encontró en la escena del crimen del secretario y la prueba al pequeño terrier moribundo. Astutamente hizo que el asesino fuera a su vivienda en presencia de todos para su captura, la segunda vez que lo intentó y fue exitosa. Usando a su cuerpo de policía personal logró dar con el asesinoy su falsa identidad.
No fue de sorpresa que los funcionarios de Scotland Yard se adjudicaran el logro y el descubrimiento del talentoso detective. Afortunadamente el doctor Watson guardó en su libro de memorias todo lo sucedido para la posteridad.

Holmes sabe que a veces cuando un hecho parece contradecir un largo conjunto de deducciones correctas, de alguna manera para resolverlo, hay que verlo de diferente perspectiva. En cambio  los detectives de Scotland Yard, se rendían y cambiaban de objetivo. Desde un principio no llegaron a capturar la importancia de la verdadera pista de todo el caso. El factor primordial de este tipo de obstáculos es la capacidad para razonar hacia atrás.












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